sábado, 25 de abril de 2015

Rogelio Herques Ibarreta


En el cementerio de Sahagún, en la provincia de León, existe un monolito eregido a la memoria de D. Rogelio Herques Ibarreta, Desde muy pequeño, todos los días de difuntos y alguno más, mis padres nos llevaban al cementerio a visitar a nuestros antepasados allí enterrados, y siempre me llamó la atención el murciélago que se encuentra tallado en dicho obelisco. Mi abuela me contó que allí estaba enterrado un prohombre de Sahagún que se había suicidado nada menos que en Montecarlo. Nunca más llegue a conocer más detalle de aquella historia, hasta que la casualidad hizo que me encontrara un par de publicaciones periodísticas que , no solo relataban cómo había sido aquel suicidio, sino que además, me desvelaban la curiosa historia de aquél personaje del cual quizá comparta parte de mi mapa genético.



La historia parte de la noticia que apareció en el Journal de Monaco el dia 5 de Junio de 1888. La noticia decía así: 
















«Al cerrar esta edición, hemos podido saber que, ayer por la tarde, la villa Anita, en la Rousse, ha sido teatro de un drama familiar, debido a disensiones de orden puramente privado. M¿, de origen español, acababa de llegar, como de costumbre, a cenar con su hermano y su cuñada, propietarios de la villa. Cuando la criada se disponía a servir los postres, oyó varios disparos de revólver y, corriendo hacia el comedor, vio cómo el invitado hizo nuevos disparos sobre el dueño y la dueña de la mansión. La sirvienta corrió a la calle pidiendo socorro, pero el asesino, volviendo el arma contra sí mismo, se había suicidado. Los carabineros de San Román y los agentes de policía, que acudieron ante los gritos de la doncella, sólo pudieron constatar la muerte de tres personas, que fue confirmada, pocos momentos después, por el doctor Colignon».




El autor de los disparos era Rogelio Herques Ibarreta y las victimas eran su hermano mayor Robustiano Herques y su cuñada.   Parece ser que su cuerpo fué traído a Sahagún donde fué enterrado en la " Sepulcro del diablo ", en el que no hay ningún signo religioso..

Su historia no deja de sorprenderme, por cuanto Rogelio tenia su residencia en la pequeña localidad de Sahagún, que por aquel entonces contaba no mas de 3000 habitantes. 

Rogelio , nacido al parecer en 1843,  era hijo de León Herques Ibarreta, diputado provincial y nacional, magistrado y presidente de la audiencia Pretorial de La Habana.  Su madre fué Inocencia Navas García. 
La vida de Rogelio fué muy intensa. Gustaba de viajar por medio mundo y pasaba largas temporadas en Nueva York, donde tenia negocios con su hermano Robustiano. 
Rogelio, ademas de jugador empedernido, era un ateo militante. Llegó a escribir una obra titulada " La religión al alcance de todos ", un alegato anticlerical del que parece que llegó a vender mas de medio millón de ejemplares en aquel tiempo y que le ganó la enemistad perpetua de las autoridades eclesiásticas. 

Fernando Sánchez Gómez, vinculado por sangre y afinidad a los Herques, farmacéutico y empresario agrícola de Sahagún, archivo viviente de la villa, con más de cien años cumplidos en completa lucidez, oyó decenas de anécdotas sobre Rogelio a quienes le conocieron. -Mi padre y mi abuelo, que también fueron farmacéuticos, tuvieron mucho trato con él y contaban que era hereje y anticlerical rabioso, alto y magníficamente plantado, buen mozo, un tipo juerguista y deslenguado, disoluto, pendenciero y amante de la buena vida, generoso e independiente. A mi suegro le regaló un magnífico reloj de pared que yo conservo. Aunque viajaba de continuo, tenía su domicilio oficial en Sahagún, con una gran biblioteca a su disposición (aparte de un tercerola, eso sí, sobre la mesa de lectura), y aquí escribió el libro. Vivía de las rentas y del juego. Varias de las pinceladas de Fernando Sánchez quedan confirmadas con un vistazo a la colección de 24 espléndidas fotos de Rogelio Herques de que dispone el autor de estas líneas gracias a la gentileza de amigos de buena ley. Rogelio, vestido siempre con elegancia y leontina de oro al chaleco, no aparece casi nunca totalmente rasurado sino con un mostachón de puntas largas y raramente con barba o con chistera.


Referencias:

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